Es muy común que
sumergidos en las tareas del día a día, se pierda perspectiva del mercado para
mantener la oferta de valor ajustada a las expectativas de los consumidores.
Como consecuencia se pierde posicionamiento y con ello debilidad de la marca
para retener consumidores. Esto ocurre al menos en Colombia, debido
principalmente a la mala práctica de no investigar el mercado; en consecuencia
el plan deja de tener perspectiva estratégica y el presupuesto se ejecuta con
criterio de ahorro en costos. El
resultado regularmente se traduce en pérdida de ventas.
En Innova hemos
ayudado a revertir esta práctica de círculo vicioso que deteriora las marcas y
que puede llevar a la ruina a cualquier
empresa.
La razón por la
cual nuestro trabajo produce resultados en ventas se fundamenta en la
investigación y comprensión profunda de la dinámica de consumo y su relación
con la condición humana. Esto nos deja ver llanamente las brechas posibles que
pueda tener una marca con sus clientes.
Es a partir de
la investigación como podemos tener desarrollos de productos ajustados a las
expectativas y requerimientos de los clientes y eso es innovación pura.
Entonces el trabajo de posicionar una marca que está ajustada en su oferta de
valor se torna coherente, la planeación tiene perspectiva estratégica y las
ejecuciones tácticas ya no son valoradas a la luz de un criterio personal sino
que vienen proyectadas desde la estrategia. Las decisiones tácticas de
identidad, empaque, exhibición, canales, creatividad, selección de medios
publicitarios, presupuestos de inversión en medios, y protocolos de gestión de
clientes vienen alineados. Se deja de comprar con el único criterio de costos y
empiezan a tomar relevancia aspectos como el cumplimiento, la calidad y la
singularidad.
La dinámica del
consumo en Colombia y en el mundo, está cambiando cada vez con más frecuencia;
la globalización y las nuevas tecnologías le imprimen nuevo conocimiento al
consumidor que en el caso de los colombianos se revelan más analíticos y
cuidadosos, sin que esto afecte sus impulsos y emociones que siguen estimulados,
pero a la hora del desembolso su
elección es más depurada.
Esto nos debe
retar a considerar al cliente ya no sólo desde la perspectiva del consumidor,
sino además ahondar en la manera en como planea los destinos de compra al
momento de entrar en una categoría; a esta perspectiva la llamamos
"shopper" para distinguirla de otra perspectiva muy importante, que
también debe ser analizada y que llamamos "buyer" para referirnos al
cliente cuando esta en el punto de venta decidiendo la compra. Así tenemos un
triángulo de la mente que nos ofrece tres perspectivas de análisis (consumer,
shopper y buyer).
Esta manera de
abordar el mercado es mucho más abierta en la problemática de una marca. Ofrece
mayor amplitud de maniobra y deja ver con claridad realmente dónde están los
problemas. La creatividad de la marca a
nivel de publicidad y comunicación adquiere foco y deja de depender de recursos
creativos impertinentes; así mismo pasa con la identidad de la marca, adquiere
foco en sus atractivos y puntos de diferencia para hacerla más funcional al
cliente. En el punto de venta hay claridad de los retos de dónde y cómo surtir
eficientemente, cómo exhibir con impacto y cómo promover la venta en la
promoción y el impulso. Se entiende el rol de la interacción ya no sólo cuando
estamos cara a cara con el cliente sino también en el call center o en las
redes sociales y los sitios web.
Construir marca
no es hacer publicidad creativa y punto. Construir marca tiene que ver más con
saber reclutar satisfacer y fidelizar clientes en el tiempo a partir de una
promesa sustentable, atractiva y coherentemente comunicada. Esto no se logra
sólo con recursos y creatividad, es necesario saber innovar en la mente de
nuestro segmento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario